En recuerdo de Agustín Membrado

Por Luis Jaime:

 

Hoy es uno de esos dias que te levantas con un correo, un sms y una llamada que te decien algo que no pensabas ni deseabas que llegara. Algo con lo que no contabas. Una de esas personas que forman parte de tu niñez, de toda una vida, los recuerdos que te hacen persona, valores que de forma especial te proyectan a apreciar las pequeñas cosas, los pequeños detalles que hoy en dia pasan desapercibido...s en esta vida urbanita y veloz que llevamos muchos... Hoy he recibido la noticia que nos ha dejado Agustín, el tio "Agustín el Zabazaica". No soy muy pródigo en estas hostas pero realmente hoy tengo muchas ganas de hacerlo por aqui, dedico mucho de mi trabajo a las RRSS y no se me ocurre una forma mejor para dejar mi sentimiento que usar esta plataforma para ensalzarle.
Agustín era perenne, siempre igual, hombre curtido en la postguerra, luchador y sobre todo protector de todo aquello que más amaba, su familia, sus costumbres y su barrio. Como dice mi padre, esa generación que tubo que entender a sus padres y luego a las generaciones venideras. Gracias a mi padre descubrí muchas cosas pero Agustín, como otros "SanAntoneros" daban vida a ese escenario de "familia" que nos acoge en aquella plaza de Hijar y que a muchos nos marcó para toda la vida. Hombre que nos rememoraba los tiempos donde lo único importante eran las relaciones personales, donde tu activo estaba en valores como la "familia", la "lealtad", la "amistad", el trabajo duro que mantenia tu familia y tu cordura. Hombre que perteneció a esa generación que levantó todo después que una guerra lo habia destruido casi todo.
Hoy se ha ido una de esos maestros que me hubiera gustado que conociera bien mi hijo. Una de esas personas que marcaba el calendario con aquellas fiestas que nos unian a todos. Siempre tenia una palabra amable para los que no habitabamos habitualmente en ese maravilloso emplazamiento. Con él, sus historias, su orujo blanco "de hombres", su cochera siempre abierta a toda la gente de bien, sus subastas en la Sinagoga de San Anton en la fiesta, su coordinación en los festejos, sus jotas...
Esta foto, tomada en el 2008 por mi hermano, con la hoguera de San Antón de fondo es un pequeño tributo en esta plataforma, tan ajena para él pero tan nuestra de muchos. Sirva una pequeña oración para mantener viva a una persona que será inmortal en el corazón y en los recuerdos de muchos.
Hasta pronto tio Agustín.

3 comentarios

[Pascual Ferrer - 22 de febrero de 2012 - 18:03]

Del Agustin podria estar escribiendo y repitiendo lo dicho anteriormente y muchas cosas mas, todas sencillas y grandes.
Agustin y Pascuala, Pascuala y Agustin, cuantos ratos, cuantas cosas.
Para mi el Agustin represento muchas cosas de las que me gustan ver en los hombres, seguramente tambien tendria sus defectos, faltaria más, pero yo me quedo con la parte que yo le conoci y que me gusto, un hombre con un par bien puestos y que afronto su vida de frente, pero bien de frente, hasta el final.
Un abrazo Agustin, que seguro que te llegara alla donde estes y gracias por tantas y tantas cosas.

[MIGUEL BARRERA LARREA - 20 de febrero de 2012 - 23:59]

Muy buena descripción de lo que fue Agustín, Jaime, solo me parece que te quedas corto en la descripción como persona, si cabe yo diría que ha dado mucho más de lo que esperaba recibir a cambio, pero creo que así son las personas con la entereza y el tesón que Agustín mantuvo durante su vida. Un hombre que se a desvivido por mantener unida a su familia, con la humildad de un hombre bueno en el mejor y más amplio sentido de la palabra. Un hombre que con pocos años tuvo que luchar contra la adversidad de haberse quedado huerfano de padre por la verguenza y la sinrazón de los hombres. Un hombre que ha luchado por su querido San Antón, su Sinagoga, sus gentes y todo aquel que hemos estado de alguna manera un poco cerca de él. Un hombre que después de perder a su padre se vio obligado a ir al servicio militar y dejar a su madre luchar sola, por aquellos que un día se lo arrebataron todo,en un tiempo en que los huérfanos no tenían que cumplir con el ejército porque era el único sustento para su casa.
Me acuerdo de las noches de dance en San Antón, su casa, la luz, siempre a disposición de todas las cosas que pasaban por su barrio. Hoy en su entierro se ha visto lo grande que era Agustín, querido por todos. Nunca escatimó ni un ápice de su esfuerzo, junto a otros vecinos para cuidar su iglesia de San Antón, cuantas veces habrá subido a retejar para que no se deteriorara, siempre la llave ha estado en su casa, nunca ha puesto ningún impedimento para poder enseñarla a quien a tenido a bien visitarla.
Se ha ido sin ver su sueño cumplido de ver la Sinagoga rehabilitada.
Escribiendo estas palabras me estoy emocinando, se muchas cosas de Agustín por mi mujer que ha convivido mucho con Pascuala y Agustín, que estaba volcado en la familia, con su sobrino Joaquín, adoptaron a sus hijas, porque no podía ser de otra manera, un hombre como él no se conformaba con tener gente a su alrededor, tenía que formar su propia familia.
Desde el Centro de Estudios Bajo Martín, muchas gracias por tu ayuda, porque siempre has estado para lo que ha echo falta.
Tu familia se puede sentir muy orgullosa de tí.

[manolo el pito - 20 de febrero de 2012 - 19:17]

Has hecho una semblanza fiel de lo que fue el Agustín, honrado y buena gente desde que lo conocí. Yo que firmo manolo el pito soy también "casiano", nieto del Braulio el casiano y de la Dolores, y por tanto tengo el corazón sanantonero. Desde siempre conocí al Agustín, y tengo que decir que me imponía respeto. Pertenezco a la peña El Chamizo, afincada desde hace muchos años en San Antón, y fui conociendo al Agustín cada vez mejor. Como bien has dicho su cochera siempre estaba abierta para nosotros, nunca nos ha faltado una botella de vino o unos melones, y creo que también hemos sabido corresponder.
Desde que conocí la historia de su padre todavía lo respeté y lo aprecié más cabe.
Estoy seguro que nunca lo olvidarán sus vecinos de toda la vida y todos los que tenemos relación con la plaza de San Antón.
Hasta siempre Agustín.