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EL MESTIZO. poesía, opinión; sociología grotesca

DOS AÑOS SIN DORMIR DE UNA SENTADA

DOS AÑOS SIN DORMIR DE UNA SENTADA

No es por ser quien soy. Pero mi niño siempre ha parecido un angelico. Cuando duerme, cuando corre (no sabe ir andando a ningún lao), cuando salta, cuando canta…

 

Hace dos años, justo un día como hoy, presentábamos un libro de poemas en el Poeta Eléctrico, un bar de Zaragoza, junto a amigos y editores. Al futuro papá le tocó hacer el titiritero una vez más. Lo pasamos bien. Nada presagiaba que al día siguiente nacería Manuel.


Tuve suerte, me pasé todo el parto en vivo y en directo. Y lloré. Aunque llorar en mí tampoco es nuevo. Siempre he sido un poco sentimental.

 

El año pasado celebramos su cumple en Villa Mestizo. A Manuel, que se llama como su abuelo Manolo, le dio por nacer el mismo día que a Andrés, su otro abuelo. Ya desde pequeño al mozo le gusta quedar bien con la familia.

 

Cuando leo sus ojos y su sonrisa se me olvida mi futuro y de ese modo me pongo contento. Como cuando vi la expresión de mis niños mayores la primera vez que lo vieron. ¿Cómo se coge esto?.

 

Y dos años dan para muchos recuerdos. Cuando caiste, cuando lloraste, cuando te picó la avispa, cuando vas a recoger pimientos con el abuelo. Cuando encorres a las gallinas, cuando no quieres ir al cole o cuando llamas angustiado a mamá en las noches. Esas noches que nunca logras dormir de un tirón. O cuando dices pa-pa con esa sorna. A mí cuando más me gusta es cuando después de un par de días sin ver a sus tatos asomas la cabeza por el cristal del coche y llenas el mundo de un amor que no conocíamos. Si la Felicidad existiese, en serio que sería ese momento.

 

Porque aunque determinadas situaciones me hacen ahondar en las mil tristezas, veros a los tres juntos es como un pase magistral a la vida, como una “verónica” que trazamos a la desesperanza.

 

Dos años sin dormir de una sentada quizás agrien el carácter, de por sí agrio, de un padre con demasiadas cosas en la cabeza.

 

Dos años sin dormir de una sentada te hacen más viejo y cascarrabias.

 

Dos años sin dormir de una sentada son los ojos por donde tú miras. Una mirada limpia, lineal, que glorifica lo cotidiano, un salto, dos caricias, un beso, una postura, un alegato a que todo en la vida se resume en un tirabuzón de Manuel ondeando a la brisa mientras busca, desesperado, dónde ha dejado su tete amarillo para sonreir de nuevo con la entrega de su vida al infinito.

 

Mañana Manuel es tu cumple. Felicidades corazón.

4 comentarios

Eva -

Sin palabras me dejas hermanico.Mi sobrino que "rande". Besicos

Eva -

Sin palabras me dejas hermanico. Mi sobrino q "rande". Besicos

manolo el pito -

Felicidades Manuel, eres una luz de esperanza en este agujero negro que es el día a día.

Sergio Grao -

Gallina de piel¡¡¡ Felicidades Manuel... Tus ojos como platos proyectan la película de la alegría