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EL MESTIZO. poesía, opinión; sociología grotesca

LA AUTOCRÍTICA Y LA PARTICIPACIÓN POLÍTICA

 

LA AUTOCRÍTICA Y LA PARTICIPACIÓN POLÍTICA

 

Hace unas semanas oía un comentario en la radio que me reafirmaba en las ideas que sobre las organizaciones sociales he adquirido en quince años de participación activa en la vida asociativa y política del territorio. Dicho comentario venía a decir algo que pienso desde hace algunos años y que he podido comprobar en varias ocasiones. Esa actitud que hace que muchos jóvenes y personas comprometidas abandonen desengañados la vida social. El comentario, yendo al grano, se refería al tipo de democracia que utilizan partidos y sindicatos. Una democracia interna que no es real, que no es realmente participativa. ¿Cuántos de ustedes que hayan participado en partidos políticos o sindicatos, por ejemplo, no lo han vivido en sus carnes? Reuniones, asambleas, votaciones… a las cuales se asiste por “familias políticas”, con grupos de personas que van a votar una ponencia, una memoria de ejercicio económico o de actividad, o que eligen a alguien que no conocen de nada, convirtiéndose en algo parecido a un rebaño que votan algo sin conocerlo. ¡Viva la democracia!.

 

Este convencimiento, acrecentado en los últimos años por mi trabajo y mi participación en centros de desarrollo, hacen que haya reconsiderado las tradicionales formas de participación y asociacionismo. El “partidismo”, que no la política, ha inundado las bases más elementales de la participación ciudadana. Y huyendo de ese “partidismo” sólo nos queda la política social, la ciudadana, buscando nuevas fórmulas de entidades colectivas que trabajen asambleariamente y con democracia participativa. Los blogs y las redes sociales telemáticas están abriendo un camino importantísimo para la lucha ciudadana, y los grupos de poder tradicional lo saben.

 

A estas formas de control se suma la poca cultura participativa de la población, en un país en el que nadie representa a nadie, herencia de nuestro secular individualismo. Y aunque queramos ver en procesos novedosos de planificación un cambio de rumbo, que existe sobre todo gracias a las formulaciones europeístas, distamos mucho de la tener unas bases asentadas en la cuales desenvolvernos con mayor diálogo social.

 

Otro aspecto en el cual no nos prodigamos en nuestras organizaciones, sean o no políticas, es la autocrítica. Y así, desde la asociación cultural al centro de desarrollo, pasando por todas las capas de nuestra vida se maquillan resultados, se apuesta por proyectos por no dar marcha atrás y reconocer los fallos… nos burocratizamos en nuestras jaulas sin salida.

 

Por supuesto, la responsabilidad es de todos. De nuestros políticos, por lo de siempre; de los que supuestamente nos representan porque no existe comunicación con las bases; de los ciudadanos por no exigir conocer el interior de estas estructuras y no luchar por cambiarlo; y también, por qué no decirlo, de los técnicos, que quizás no hemos dirigido más  esfuerzos a abrir las instituciones a los ciudadanos. O quizás no se tengan los medios, o se ha perdido la ilusión…

 

Nos quedan miles de recursos por estudiar, metodologías por elaborar. Nos queda un trabajo alejado de estructuras de poder, donde reinventemos la sociedad, convirtiéndonos en agentes activos del cambio. O, al menos, nos debe de quedar el orgullo, individual o colectivo, de proponerlo y actuar en consecuencia.

 

 

 

9 comentarios

Mestizo -

Es difícil entenderse contigo a veces, amigo Uno. Insisto en que, con estos comentarios, con lo que escribes (escribimos), con lo que dices (decimos), etc... se hace política. Y hacer política, aunque te cueste asumirlo, no es malo ni bueno... Porque si no hubiera políticos medianamente normales o no estuviéramos gente que hiciéramos política desde el movimiento social seríamos una república bananera (quién sabe si estamos cerca de serlo). Lo que hay que hacer es seguir haciendo política desde la base social (y en mi opinión, mejor, lejos de los partidos) y, al menos, intentar cambiar las cosas, mejorarlas. Salud compañero¡¡ Abrazos

Uno -

Seguramente lo mezclo, pero creo que tengo claras algunas cosas.
Hay gente onesta e integra por que es asi, y la hay que es lo anterior por que no puede dejar de serlo muy a su pesar, por su incompetencia o...
Si esto es hacer politica pues bueno. Pero al menos dejame que piense que hay diferentes politicas y politiqueos:
La que lleva este.
La de ¡jodo que politica!
La de ¡vaya politica!
La de ¡que politica mas cojonuda!.
La de ¡ya sabes cual es su politica!
Como cambian las politicas segun las entonaciones y la cachaza del de la frasecica.
A lo mejor te tengo que dar la razon de que todos hacemos politica, pero jodo, que politicas hay por el mundo, casi vale mas hacer otra cosa.



José Luis -

Bien Víctor... aparezco abruptamente por tu blog, la verdad es que coincido en algunas de estas cosas, a veces, no se si por misantropía o, directamente, hastío, me dan ganas de encerrarme en una cueva y olvidar el resto del mundo. Al fin y al cabo, desde las altas esferas parecen mas interesados en asilvestrarnos que en otra cosa.

Belen B. -

Interesante reflexion, muy veraz. Lo de la autocritica es bueno hablarlo, para no olvidarlo, no vaya la sociedad a repetir lo que tan a menudo hacen los politicos. Ah, no puedo poner acentos en esta pagina, es un problema del ordenador. Lo siento.

Mestizo -

Querido Uno. Te empeñas siempre en mezclar política con partidismo. Cuando dices "apoliticamos", pues por supuesto. La política es mucho más que los partidos. Todos hacemos política, de eso se trata. Con los colectivos, las movilizaciones, redes, etc... hacemos política social, desde la sociedad civil. Llamemos a las cosas por su nombre. En lo demás, casi en todo de acuerdo, pero no olvides que los políticos son personas. Lo difícil es hacer convencer cada vez a más personas a que, para criticar, para poder llamar mangantes a los políticos, tenemos que empezar por nosotros mismos, por ser lo más íntegros posibles. No es tan difícil, pero acuérdate de aquellas conversaciones con gentes y autónomos de tu querido pueblo. Abrazos

uno -

Es triste pero los politicos que hay mangoneando solo tienen miedo a una cosa que salga otro que aglutine a mas gente y se organize, por que entonces les sale competencia y quiza les desbanque de la poltrona.
Esto que hacemos, pues esta bien pero les importa poco, entre otras cosas por que a los medios de comunicacion los que les dan y les quitan tambien son los partidos politicos y nosotros somos su competencia, miestras hacemos esto ni leemos periodico ni vemos television.
Solos podemos poco y en cuanto nos juntamos nos "apoliticamos y burocratizamos".
Quiza la unica esperanza este en la persona, pero es tan dificil que uno solo aglutine mucho y bien, ademas de sobrevivir en esta selva.
Lo tenemos jodido, pero algo habra que hacer por que lo que hay a la vista esta.

AniZ -

Supongo que el hecho de sindicarnos implica tenernos medianamente controlados, previsibles. Siempre habrá un tope por encima del cual saben que no pasaremos. La red implica que somos muchos pero descentralizados y eso también tiene su potencial. Reinventemos!

Mestizo -

La cuestión es: ¿Por qué siempre nos dicen que para cambiar las cosas hay que oficializarse?. Porque les interesa, ni más ni menos. Así suelen acabar los partidos con los movimientos sociales expontáneos, a-partidistas, y eso lo he comprobado directamente.
Existen nuevas formas de movilización. Hoy en día, por ejemplo, los blogs, las redes sociales por internet... Reinventemos y haremos que se reinventen¡¡

AniZ -

Tienes mucha razón. Yo no pertenezco a ningúna organización política ni sindicato pero alguna vez me lo planteé. Ahora confío mucho más en las posibilidades que ofrece la red y estoy segura que en un futuro podremos sacar adelante muchos avances gracias a ella. Un saludo