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EL MESTIZO. poesía, opinión; sociología grotesca

HIJO PUTAS SIN CORAZÓN

Es una historia cotidiana, mil veces vivida, cada día más. Que pasa una y otra vez, que nos convierte en el país de gilipollas en el cual hemos derivado, que nos hace vivir en un mundo de Hijo Putas sin corazón... y el que más chufle, capador, que dicen por ahí..
 
Es la historia de la evolución social y económica de esta mierda que somos occidente y Europa. El triunfo es vestir corbata; o ganar mucho dinero; o las dos cosas; o especular con un piso; o tener apartamento en la playa; o decir que nadie hace nada sin hacer nada; o tener dos coches, y moto, a poder ser; o tener uno o dos hijos y maleducarlos; o quejarse que para entrar en tal o cual escuela, por lo visto, hay que ser moro; o decir que manda cojones con las ayudas sociales; o quejarse del político actuando igual o peor que él; o.... O ser un imbécil españolito de a pie, de esos que da vergüenza, de esos que, con la modernidad, se han convertido en mayoría.
 
Y el que actúa por lo que sea (igual me da compasión, que ciudadanía, que...), pues mueve su cabeza y descubre que en el mundo está totalmente sólo, desvalido, y que quizás sea mejor comprarse una masada e irse a morir allí, con cuatro cabras, una gaita... y que pregone el patrón.
 
El otro día me volvió a pasar. Una imagen de esas que, aunque no tengan mucha importancia, te reafirman en que este mundo está lleno de Hijo Putas sin corazón. Y que esos hijo putas pueden ser cualquiera. Puede ser un  familiar tuyo, o tu vecino, o el ancianito que siempre has tenido en consideración, o tu pescatero, o el taxista, o el ....
 
Andaba al paso por una calle de Alcañiz. Venía del endocrino. Oía a lo lejos los lloros de un crío de cuatro o cinco años, no más. Iba con su bata de colegio y salía a la calle. Y volvía a entrar llorando al portal de una casa. Yo creía que estaba discutiendo con su madre, o que se había escapado, o que le esperaban en la esquina de la otra calle. Pasé por allí y el crío volvió a entrar corriendo, desconsolado, al portal de aquel bloque de pisos que yo creía su casa (o lo era, vete tú a saber). Andé un poco más y volvió a salir, llorando como si le faltara el aire. Me volví, empecé a hablar con él. Casi no me entendía pero se tranquilizó y poco después quise entender que su hermano le había dejado allí, o que se había perdido, o qué se yo. Le dije que a qué cole iba, que le llevaba o que íbamos a buscar a su mama. A los dos minutos apareció a lo lejos su madre. Supongo que se le escapó, o que su hermano lo dejó allí, o qué se yo, tampoco pregunté y por suerte o por desgracia tampoco entiendo mucho el rumano. Pero lo que si que me dejó acojonado es que en aquelllos 5 o 10 minutos niguna de las 15 o 20 personas que pasaron por aquella calle, no muy transitada, tuvo los cojones de parar a ver qué le pasaba a un niño que lloraba a raudales. No pasó nada, sería un malentendido, una jugarreta de niños o una reprimenda. Lo desconozco. Pero al igual que lo desconocía yo lo desconocían todos esos hijos de puta sin corazón que pasaron delante de un niño supongo que pensando que otro tonto se encargará, que no hay ganas de jaleos.
 
Y mientras me iba y la mama del susodicho me daba las gracias pensaba en qué cojones pasa en este mundo que ni siquiera los lamentos de un niño hacen entenernecer al corazón de los hijos de puta.

Dan ganas de darse a la fuga de este universo virtual en el cual todo se vive de puertas afuera.

3 comentarios

Mestizo -

ya te digo

Olga -

Aquí van dos´, ¡mas de los mismo:

- grupo de adolescentes, as en este caso. Una con una muleta, accidentada, blandiéndola cual espada golpea sin ningún escrúpulo a otra "amiga" de su cuadrilla ante la mirada impasible del resto de la panda (8) y el vecindario que se arremolinaba sin decir ¡ni mu!. Por supuesto intervine para zanjar aquel sin sentido.
Una más, un vecino desencajado y llamando de todo lo habido y por haber a un par de niños jugando con su ´pelota, ¡me molesta que golpeen en "MI" fachada. Otra vez a intervenir.

¡Vaya panda de "zombis" que andan o, vete tu a saber, andamos sueltos.

El Abuelo -

El otro dia en tv vimos un ejemplo grandioso de donde estamos llegando, el pistolero de Napoles que le pega cuatro tiros a uno en la calle,,,nadie
se inmuta un hombre con su hija en brazos pasa por encima...nadie se vuelve ,,,no pasa nada es
normal...
La corrupcion en los politicos,
mas de lo mismo nadie se inmuta es normal...cuanta mas crisis mas miseria mas asco deberia de producir...pero es todo lo contrario. se les vitorea como heroes hijos de puta, (la Muela, valencia ,cataluña, etc etc.)algo grave esta pasando...cuando cada dia hay mas hijos de puta, parece ser que los de "amanece que no es poco" les dieron malas semillas...
( Ah Victor no me mandes nada a la empresa esta es la direccion de casa.)