RAFAEL ROJO LIBANÉS. ACTO III
ACTO III “El juego sólo es válido cuando se obedece escrupulosamente la regla, desde el mismo instante en que ésta se impone. El elemento apasionante del juego no es, por otra parte, el resultado, la performance, sino el juego en sí mismo, movimiento constante de peones, circulación de cartas, todo lo que hace que un juego – al contrario de una obra de arte- no esté nunca figé.”
y entonces todo fue tierno
Y el amor y la vida se confundieron Sólo se sabiéndolo todo No querrán las sangrantes varas quebrar su torcedura enhiesta mientras las cariátides blancas bajan sus falanges al son del pulso.
Michel leiris: A propos d’une oeuvre de Marcel Duchamp.
I cadáver exquisito
Metal sucio corroído por lo corrosivo de su semblante Muda torpeza mía como diente incisivo en tu marmóreo sagrario Llenos de luz, puerco de color y una longaniza clavada en la pared Sangrante susurro rugoso socava valiente teniente tesoro rocío ortiga ganaste ternura Tu madre (ni la de él) nunca fue puta; ni la erguida coliflor antes que monje. Hostias recibe el destino por y atrevido a manejarme. ¡más fuerte soy yo!.
II A DON LEOPOLDO MARIA PANERO
Tu, nos miras desde la Vasconia encogida,cautivo eres de la cárcel de tu locura,sin azúcar tu bebida y rubio tu tabaco, intrépido habitante en habitación oscura.
De aficiones etílicas, y vocablos soeces,con tres vigilantes hasta el excusado,y onanista, quién sabe cuantas veces, sólo.
(“ínclitas razas ubérrimas sangre de España fecunda”)
Loca es tu pluma, no tú.La mente tu carcelero.El papel tu colchón frío, y tu lavabo: el tintero.
La chispa. Desilusión.
Háblame. Que me hable el loco.¿El loco?. El loco de Mondragón.
III Dadá y Garrincha
Rogelio Allepuz Para usted De invicto en su campo Postigo Tenía mas de 500 Burham Ozbilici Situaciones críticas La cirugía de los trasplantes Bar el rocío- san viator. 5-1 Es un triunfo importante Romaredasanagustín Protege y asiste a los refugiados Chemerkin domina No sería el mismo equipo Del cielo baja Dios y San Jodese patrón de los perdedores.
VI la mano del artista es la mente del pesimista nervios nervioso nerviosa nerviosismo inutilidad impureza conse- suprema del princi- no son cuente- piante; indicacio- mente picante nes extra- soaz viada en dulces. compases siniestros y simpáticos. tranquilidad y entonces todo fue tierno
Y el amor y la vida se confundieron Sólo se sabiéndolo todo No querrán las sangrantes varas quebrar su torcedura enhiesta mientras las cariátides blancas bajan sus falanges al son del pulso.
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