EL PAÍS DE LA NIEBLA
Las frías mañanas recogen en tu esencia nuestra aventura del quehacer diario. El paseo frío, la clave serena del momento, la inercia del paso...
Somos hijos del país de la niebla. Así comenzaba nuestra canción de invierno. Bienvenidos a la tardanza del sol. Y la niebla que espesa crea el paisaje húmedo de nuestra memoria de niños. De las grandes heladas, de los chiripiteles de acequias antiguas, del beso de la madre y el abrazo del niño.
No presumas de paisaje tan sólo, respétalo y navega por las atenuadas figuras que vivimos... en el país de la niebla.
3 comentarios
Anónimo -
Mestizo -
Anónimo -
Es duro, de uno para otro se olvida como fue y vuelve para recordarlo .. y es frío y oscuro, solitario... pero nos da fuerza.