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EL MESTIZO. poesía, opinión; sociología grotesca

LOS TRISTES TAMBIÉN ESCRIBIMOS POEMAS DE AMOR (1)

 

Yo no quise ser famoso.

Ni siquiera pretendía cambiar mi mundo.

Mi objetivo era: hacer del mundo un lugar más feliz, más alegre, más surreal.

 

Y aunque no conseguí ser yo, ni siquiera pude cambiar el mundo.

 

Y, perdido, en un tiempo pausado y frágil, decidí dar un paso delante de mi sueño.

Y, perdido, te veía de reojo como un resplandor.

Y así pasaban los años, sumergido en la desazón autoexigente de un pelele., de un muñeco de trapo.

 

No quiero cambiar mi oscuridad por el sol, por un sinsabor dulce.

 

Prefiero luchar ante mi muerte, cuando venga, teniendo tu cuerpo suave viviendo a mi lado, sin que te vayas y me dejes, sin que te dejes y me vayas.

 

Mi objetivo es hacer del mundo un lugar más feliz.

Soy un alienígena sin patria.

Mi mundo sólo eres tú, aquel pequeño lugar que quiero.

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