EL MESTIZO, Y EL TAMBOR
Nadie busca a los dioses caídos cuando toca el tambor de la muerte,
todos somos uno,
iguales,
en la cofradía del desamparo.
Todos somos etílicos comensales,
de nuestra carnicería inhumana.
Nadie busca a los dioses caídos cuando toca el tambor de la muerte,
todos somos uno,
iguales,
en la cofradía del desamparo.
Todos somos etílicos comensales,
de nuestra carnicería inhumana.
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