Mi tata Eva
Debió ser aquel apretón que unían nuestras pequeñas manos infantiles;
Puentes sólidos entre cama y cama,
devolviendo volutas sonrientes de rizos negros…
Amparando caídas,
ladridos,
Reina de tí…
Debió ser también el viaje en coche,
arena pegajosa de playa,
y lágrimas de sopa.
Lágrimas miopes de tiernas gafas de pasta.
Enroscada en mil canciones,
entre letras y cuadernos,
forros de plástico y bufanda.
Y enérgica solías,
histerias quinceañeras.
Y aún así describes el mal despertar con mil amores,
mientras sujetas la columna de nuestros recuerdos,
de foto,
de vídeo,
de yayos y piscina…
Tormenta de verano…
y viernes de Un, Dos, Tres…
3 comentarios
Uno -
Saludos
Ángel -
Yo -