Decretazo Suizo

Mientras "la roja" insistía e insistía para poder empatar un partido que debió ganar y no pudo (como tantas veces), "aquellos rojos de antaño" (como reza la canción de Labordeta) nos la metían doblada y todos nosotros buscábamos la vaselina.

Si Pablo Iglesias y algunos otros levantaran la cabeza se volverían de nuevo a su tumba avergonzados de lo que los antiguos obreros, socialistas y españoles hacen por estas lides. La Cospedal y el barbicas se frotan las manos. Se lo están dejando como a Felipe II. Las cajas van camino de la privatización y habrá que ponerlas entre todos.

Al ayuntamiento del pueblo le crecen las deudas y no saben por dónde van a salir. "El que venga detrás que arree", deben pensar. Y es que con las perras de otro, qué bien se jode.

Iba a escribir largo y tendido, pero me entra la depresión. Supongo que es un día para replantearse muchas cosas.

Uno ya no es el que era. Me falta mala leche. La debí perdir gradualmente mientras se me llenaba la sangre de azúcar, pero siempre espera que alguien escuche y abra debates en el desierto.

Esperamos pasar un lunes bueno, ganar a Honduras y olvidar un poco todo. ¿Tenemos derecho a divertirnos no?