VIVERE MILITARE EST (1)
Andaba yo pensando en la imposible reestructuración gubernamental del Zapatero, en las risas y la juerga que llevaban, oiga usted, entre ministro y ministra. Ja, ja, ja. Je, je, je. Ji, ji, ji. Jo, jo, jo. Ju, ju, ju… Que qué guapo está, y fíjate la otra que lo va hacer bien y se ha hecho la “permanén”. Y perico de los palotes, que qué emoción tú. Y así que vamos a arreglar España. Y como que lo estoy empezando a notar. Que hoy iba por la calle y la gente iba cantando jotas picantes y tirando cohetes.
Andaba yo pensando en la imposible solución de este país cainita lleno de figuras y figurines vacíos por dentro. Y en la imposible oposición, que será gobierno (por lo menos se lo están poniendo como a Felipe II), con esas formas y fondos del Rajoy y compañía, y ese “mire usté”, de charanga y pandereta.
Andaba yo pensando en todo esto, y en muchas cosas más, cuando resulta que Nieves Concostrina nos estaba dando la solución a todos (léase con ironía), hablándonos de los Adventistas y de la madre que los parió. En este caso padre. Un tal Miller que, investido por una “jeta” descomunal decidió que un año acababa el mundo y tal. Cada vez que se equivocaba rectificaba y decía: “pues oye, que igual es otro día u qué”. Y así sucesivamente, mientras una cuadrilla de borregos ignorantes le seguía. Y, por lo visto, aún le sigue. Que hay borregos adventistas cambiando las fechas cada x años con esto del fin del mundo.
Andaba yo pensando esto cuando casi he creído en que, oye, “¿qué no nos habremos vuelto todos unos Adventistas de tres al cuarto?”. Porque si, aquí en España, hay una gran masa que es de “unos” u de “otros”, y hagan lo que hagan bien hecho está porque son de los “unos” o de los “otros”. Insisto, igual es que somos todos una cuadrilla de Adventistas de mil pares de cojones, ¿no creen?....
(to be continued)
Víctor Manuel Guíu Aguilar
Poeta
Octubre 2010.
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