solos
Al Sahara le dejó en la estacada un gobierno español que hacía aguas. ¿Fue una gran cagada de nuestro rey?. Demasiado prudente, demasiado juancarlista y opaco. – Bastante tenía España en aquel entonces- dicen algunos. Que se lo digan a los que allí se quedaron, viendo increíblemente lo que sucedía. Hoy hay millones de españoles que desconocen nuestra responsabilidad en todo aquello, pero también hay muchos millones que pedimos justicia. Igual es que no se da en las escuelas, o se nos olvida en la tertulia de los interregnos.
De vergüenza, por supuesto, el gobierno y los discursos de estos últimos 30 años. De vergüenza lo escuchado hace diez, o lo dicho pasado mañana.
A veces la diplomacia sirve de bastante poco. Demasiados Saharas. Hay voces que no se oyen, ni se oyeron. Aquellos que mataron la diplomacia viven de ella. Descansen en paz, pues de ellos será el reino de esta tierra.
Victor Guíu, poeta
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