El Senado es una M
Víctor Manuel Guíu Aguilar, Candidato al Senado por IU-CHA, la Izquierda de Aragón
Partamos de una premisa compartida por gran parte de la población: “el Senado no sirve absolutamente para nada”. Vulgarmente, es una M. ¿O sí que sirve? Es algo que conservan las fuerzas vivas para mercadear con sus amigotes o partidos bisagra, para relajar en el olvido a pesos pesados o para, simplemente, revolcar a sus desgraciadas señorías por los despojos de la pseudopolítica.
Si les echamos un ojo a los candidatos por Teruel de los principales partidos (partido único), la definición es de libro. Ahí está el antiguo presidente de la DPT, antes veterinario, que después de probar las mieles influyentes del poder nadie lo imagina recorriendo granjas y rebaños, o lo que hagan los funcionarios veterinarios (dicho sea con todos los respetos).
Si cambiamos de tercio, continuamos por un camino similar. Y al señor que abandonó el barco de Teruel Avanza en dudosas circunstancias y sin dar seña ninguna de responsabilidad de su gestión me lo ponen de candidato. Y después de perder las municipales (al igual que le pasó a la candidata zaragozana) le conceden el regalo de un Senado casi seguro, pa tocar chufa y seguir repartiendo. Lamentable.
Por supuesto, ningún partido dado al sillón reconocerá estas interpretaciones, directas y claras. Es decir, que el Senado no sirve mas que para mantener estructuras partidistas y desgraciadas melodías de “su” democracia (que no la del pueblo).
Ante este panorama, ¿qué pinta un poeta en este tinglado?. Quizás nada. O quizás lo más sencillo, dar voz a una particular indignación y cabrero generalizado. Alguien tiene que oír en el lugar donde les corresponde (cuando van) que no representan a nadie, y que esas reuniones, traducciones berlanguianas y comisiones de tal y de cual no sirven para nada. Con eso me conformaría, ¿y usted?.
¿Indignado? ¿Cabreado?. Sí. Hasta de mí mismo.
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