primeroMarchitó la noche al tiempoy el tiempo al humo.Mientras,el fuego se erguía ondulante donde la leña húmeda ardía.Nunca.No encontró la leña prendida en suave energía.“De nuevo fue la noche la que atizó con fuerza el frío.De nuevo, pues, primó la insolencia a la asfixia.”(dijo la alcoba al hogar inexistente).
Segundo
Dominó la noche al tiempoy el tiempo a la copa perdida.Dirigió su mirada la botella, dos paisajes, dos.Dos enjambres de esparto reseco dieron asiento al vaso,vacío, sucio, impoluto de agua clara.Dos paisajes, dos, dos botellas, dos vasos; un gaznate reseco.
Tercero
Se orinó la noche encimay aún así, confusa, rindió tributo a la madrugada,casi sin querer.Con ardor caliente calentó cálidamentela lúgubre lubricación limpia leñosa, enhiesta,cantó,canciones destiladas donde la cabeza perdió,con rasmia,la inocencia del sobrio.
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