EL NEGRO DE SENEGAL Y LA SGAE
Aventureros antes, críticos, progresistas... reconvertidos ahora en mafiosos de pensión de una estrella, en hipócritas que manejan los hilos de la cultura española, que manejan los robos a mano armada de la SGAE de una forma deplorable.
Me desayunaba yo el lunes o el martes con una noticia que mandaba huevos. Ya me había desayunado con otra el fin de semana, esa que decía que una empresa de autobuses había sido denunciada y multada por la SGAE (qué tiernos angelicos) por reproducir música en el autobús. Seguro que era con ánimo de lucro, claro, con ganas de joder a Ramoncín y compañía, que más les valdría hacer algún concierto y salir menos en la tele diciendo gilipoyeces y aparentando lo filósofos de la vida y lo guays que son. Pues resulta que al autobusero le dio por poner a la Sakira y algunas cancioncillas de moda y se montó el Belén. Claro, habría pagado el canon por la instalación del equipo, el canon por comprar el Cd y, por supuesto, la SGA y sus camaradas del Psoe no estaba lo suficientemente contenta y decidieron joderlos.
Pero bueno, volvamos al tema que nos ocupa. Me desayunaba yo con una historia muy bonita de un negro del Senegal. Al pobre negro, que bastante le habrá tocado sufrir para llegar a "mi querida España", le pillaron con el top manta en la calle. Por estas cosas de las leyes de la SGAE y sus amigos, le tocó pagar la china y en esto que dieron con el negrito en el calabozo. Un juez de estos caprichosos y algo gilipoyas le dijo que, o un añico de cárcel, o que se volviera al Senegal, que allí atan los perros con longanizas, igual que aquí, y la SGAE todavía no ha llegado con sus uñas a arañar lo que se pueda. Lo mejor de todo es la hipocresía de esta nuestra querida España. Se imaginan la foto, ¿no?. Supongo que los picoletos que lo detuvieron, los hijos del juez, los hijos de Ramoncín, y todos nosotros, benditos hijos de p. falsificadores y mangantes, tienen en sus ordenadores miles y miles de datos intercambiados con otros miles y miles de datos de ordenadores, de otros miles y miles de usuarios de miles y miles de regiones y países del mundo.
El Negro al Senegal y el vivo al bollo. Cuando llegara el juez, el fiscal, el abogado o el picoleto a casa, después de sus faenicas bien hechas, le dirían a su hijo, o a su mujer: "venga, apaga ya el ordenador, pero antes búscame la peli de tal ycual y me bajas lo último del Bisbal".
En España ya somos ricos. En España ya somos más hipócritas que nunca. En España protegemos al intelectual porque el intelectual es incapaz de bajar a la calle y ver quién coño somos.
Y todo esto me recuerda a cuando tuve un bar, con un amigo, y me venía el tontolaba de turno de la SGAE a tocarme los cojones. Ayudado por el alcohol, y por una mala hostia que siempre me caracterizó y que desgraciadamente ya he perdido, le puse en la calle para que dejara de dar por el culo. Pero eso sí, pagué religiosamente el impuesto revolucionario para que se alimentaran una cuadrilla de vagos que olvidaron que una vez hacían cultura para la gente y no sólo para ellos.
Yo si que tengo claro a quién mandaría desterrao al Senegal, ¿y ustedes?.
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