LAS COSAS DEL BAJO MARTÍN

Por mucho que las leía no entendía el otro día las declaraciones del alcalde de Jatiel aludiendo a la necesidad de la Comarca del Bajo Martín de redactar un Plan de Turismo.

 

Porque el Bajo Martín, en su corta vida, ha manejado planes y proyectos, pagados por sus ciudadanos, que nunca han visto ni quizás vean la luz.

 

En el año 2000-2001 ya se redactaron unas directrices turísticas que quedaron durmiendo el sueño de los justos. Y en el año 2006-2007 se elaboró un ambicioso proyecto, con numerosas colaboraciones que, por cuatro perras, redactaron un importante plan que recogía numerosas actuaciones, muchas de las cuales se intentaron poner en marcha, pero, de nuevo, la incapacidad y la poca vista de nuestros políticos comarcales la arrinconaron en un cajón.

 

Podríamos escribir un libro de cómo funciona la comarca del Bajo Martín, hasta dos. Cada consejero va a su rollo, pero lo más lamentable es que algunos creen realmente que hacen algo.

 

El año pasado se contrató a una persona para llevar el tema de turismo durante el verano, pero los apoyos que recibió fueron mínimos, por no decir que no existieron.

 

Las numerosas propuestas, algunas reales y que ya estaban en marcha, plasmadas en el Plan de Cultura y Turismo, ¿dónde quedan?. Si en lugar de ir a cobrar las comisiones y los plenos, cada consejero delegado se preocupara de su área no pasaría esto, pero claro, es mejor hacer poco y luego aprovechar para salir en la foto cuando el centro de estudios o alguna asociación hace algo. Todo el mundo que ha trabajado en temas de desarrollo social, cultural y económico en la zona han acabado hasta los mismísimos con nuestros consejeros, que juegan a ser algo sin que realmente se mojen y tengan capacidad para innovar, para ir hacia adelante con rasmia, con ganas.

 

Eso si, se construyen su macro sede para no se sabe muy bien qué. Ya pueden hacer centenarios de Laínes y chorradas similares, con misa cantada por el señor obispo. Sus trabajadores están cansados, el tejido social está cansado.

Seguramente tenemos lo que nos merecemos. Conmigo, desde luego, que no cuenten más.

 

Salud y Bajo Aragón (unido, no taifal).