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EL MESTIZO. poesía, opinión; sociología grotesca

Rural

 

Ernesto Jartillo se encontro con Doming Ero en las puertas de una cafetería de Hannover. Doming Ero se llamaba en realidad Costodio Ontiveros, pero, cosas de los artistas venidos a más, tras su estancia en Nueva York y su posterior traslado a Alemania, se cambió el nombre para vender más. Y, aunque bien es cierto que venía cuadros echos con pulpa de caqui, como si fueran verdaderas obras maestras, nunca volvió a hablarse con su padre, que no le perdonó la gilipoyez a Dominguero, como le llamó su familia desde su renuncia al nombre de los ancestros.

 

Bien, pues Ernesto Jartillo conocía a Dominguero, digo, Doming Ero, desde la niñez, desde la tierna y dura infancia por las calles de Zafra. Doming Ero era primo hermano de una cuñada de su padre que, quedándose viuda, se casó con un suegro lejano del primo cercano de la vecina del tercero. Doming vivía en Madrid, y sólo iba a Zafra de cuando en cuando, para el verano y poco más, vamos.

 

El exilio les volvió a encontrar en aquella cafetería, en la puerta, a varios grados bajo cero. Doming se dirigió a Ernesto, que llevaba todos los complementos posibles de la lucha contra el frío (siempre fue un friolero):

 

- Coño Ernesto, ¿cómo tú tan tapado?. Un personaje rural hecho a mil batallas.

- Rural sí, Costodio, rural sí. Pero de Bar Rural...

 

Aquel día Costodio, o Doming, como prefieran ustedes, se enteró que en los pueblos también existía la calefacción... Nos ha jodido¡

 

 

1 comentario

Manuel -

Viva Ernesto Jartillo, y la madre que lo parío!!!!

Salud