El Hijo Puta del Jefe
Manda cojones. Un juez de Barcelona me acaba de dar la razón después de años y años de predicación.
Mi teoría, desde que iba al instituto (incluso tuve una discusión filológica con un profesor de literatura), es que la expresión "hijo puta" y la de "mecagoendios" es, ni mas ni menos, que una muletilla del español o una expresión tradicional, sin importancia. Una expresión que se utiliza no sólo para insultar, sino que, generalmente, se utiliza como expresión que va desde lo amistoso (a un amigo que le dices, "qué grande eres hijo puta"), a lo grotesco.
El juez, eso si, decía que se debía a algo así como a la degeneración del lenguaje. Aunque eso de la degeneración es muy relativo. Las lenguas evolucionan, o mejor, se transforman. Quizás en unos años, las cartas ya no empiecen por ese tradicional querido, hola, o atentamente... Dentro de unos años, cuando nos dirijamos a nuestra empresa o a la administración, el encabezado, con este nivel de "degeneramiento" moral (que dirían los de Rouco) comenzará por: "Estimado Hijo de puta...". Y terminará con: "su gran hijo de la gran puta siempre".
En fin, cosas de la vida grotesca...
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