COMISARIOS POLÍTICOS

Hoy en día, viviendo una hipocresía constante, todo lo llenamos bien de palabras vacías, bien de adornos políticamente correctos. No nos atrevemos a llamar las cosas por su nombre. Así pues, los comisarios políticos son ahora asesores. Asesores de tal alcalde, de tal consejero, de tal presidente. Asesores pagados por todos que no asesoran, pero que vigilan, piden, dan, reparten y hacen listas y “clientes” a diestro y siniestro. Estamos en previo de elecciones. Ahora los partidos cuentan los puestos eventuales, empresas públicas y van haciendo sus repartos y ventas.

Aquí no se escapa nadie. Atiendan y monten en cólera. Alguno asesorará, digo yo, pero la gran mayoría beben y comen del pesebre común. Que les llamen por su nombre y, por favor, “no con mis impuestos”.