Dije que no hablaría...

Harto de no hablar pienso en lo fácil que es comer caliente y esperar sentado la hora del retrete.

Los franceses encienden llamas imaginarias y en Londres nos sacarán una veintena larga de medallas.

Dije que no hablaría y no hablo, por eso escribo y desierto pueblo imagino hacia el futuro.

El gobierno Socia-Listo dejó el toro toreadico y manso.

El gobierno de los cachorros de la nostalgia entra a matar sin problemas: son la simbiosis perfecta.

La cara de algún patrono infumable infunde ánimos para partir caras.

La cara del pueblo tiene su medicina. A pesar de 15Ms esa es la mayoría, o qué se han creído, las cifras hablan.

Y tras ella seguimos todos como un alud que nos arrastra. Predicando al ente inexistente.

Reformas laborales para joder al de siempre.

Subidas de impuestos para los de siempre y caras amigas en reuniones amigas. Todo fotogénico y absurdo.

Al ZP le faltaron diez huelgas a la Griega, a estos se la harán a la española. Todo muy correcto.

Y las masas se quedan en delgadas pizzas del Mercadona.
Y al idiota no le sacan los colores por la calle.
Todo el círculo se cierra en la anomia más absoluta.

Hasta que el juego rompa la baraja o los versos se me lleven.

 

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