Mestizo Returns
Artículo aparecido en la colaboración quincenal en La Comarca
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Aunque de alguna manera tampoco se acabó yendo del todo, imagino.
Desde el exilio capitalino uno ve las cosas de igual manera. Escuchando las viejas canciones me encuentro con los “Diez años atrás” y me recuerdo más joven, con más ímpetu… pero igual de quemado. Da que pensar aquella frase de “lo que fuiste tú”. Entonces saltaba la verja de las páginas de este periódico como un rocíero enloquecido. Entonces mandaban los mismos que ahora que como en la película de Cuerda “siempre ganan las elecciones” aunque pierdan. El broncosaurio de los caprichos convertidos en circuito cortaba el bacalao con sus amigos de masía y copa. Los pipiolos de la política local-regional que han sabido mamarla bien mamada siguen armados en sus puestos y viven de los demás con aires de grandeza y la vergüenza sin gastar.
Algunos que tanto se les llena la boca (con pancarta de gaviota al frente), colocan al cuñado de chófer y al primo de secretario personal mientras piden recortes. Las amas de casa venidas a alcaldesas (con perdón) ya no tienen esas prebendas. Conclusión: cambio de cromos.
Otros cayeron algo en desgracia y esperan agazapados su oportunidad.
Los que no hemos sido “listos” (con el significado hispánico-picaresco de este concepto, ya me entienden) recogemos las escasas glorias que nos dan cuatro actividades sociales o culturales que, ni nos sacarán de pobres, ni muchas veces sirven realmente para casi nada. Digamos que vivimos empaquetados en la inercia de una bola que no sabe muy bien cómo parar.
Y hablando de listos. Para listos esos que sólo ven el rojo de sus capullos. Aunque las jerarquías monstruosas de sus partidos siempre tienen a bien encontrar infelices que quieren cambiar las cosas desde dentro pero, ¡ojo”, controlando sus movimientos desde fuera. Ojalá me equivoque. Bien pensado, no lo creo.
En estos diez años del secarral han nacido proyectos faraónicos que no evitan que la gente tenga que marchar. Es lo que se lleva social y mediáticamente. Aunque de los medios iremos hablando en francés porque es posible que las líneas se deshagan sino antes de empezarlas.
No sé muy bien lo que yo fui hace diez años. Ni siquiera sé cómo me veré cuando relea este artículo dentro de diez años. ¿Seguiré perdiendo todas las elecciones a las que me presente? ¿Seré diputado como el de la canción de Sabina? La España del humo y el viento me ha traído de nuevo a las listas del paro, como entonces. Mientras, campan a sus anchas los responsables políticos y sociales de cien mil desaguisados, viviendo a la sopa boba de presidencias y vicepresidencias de comarcas, diputaciones y otras entidades públicas o privadas.
Pero eso es lo de menos. Se han entrenado demasiado bien para que les importe que un parado sin gran ocupación les toque los huevos desde una columna de opinión independiente… o como coño se diga eso ahora.
Mayo de 2012.
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Curro Giménez -