Una lanza (o unas cuantas) por Carbó

Menuda la que se ha liado con las declaraciones de Carbó. Los “políticamente correctos” han salido a la palestra como si el concejal se hubiera salido del tiesto. Los que no son de su partido se frotaban las manos viendo (o intentando ver) caer al concejal en desgracia. En la política dicen que importan las formas (las suyas claro). Pero importan sobre todo cuando se vive de la hipocresía y de los favores. En eso PARPPSOE son expertos. Así son los políticos españoles en general y, revisen el panorama, así nos va a todos gracias en parte a ese tipo de gestiones.

 

Decid que el PAR es una especie de invento para estómagos agradecidos, y una apuesta clientelar a la que le debemos una imagen decimonónica de la política y la convivencia social de Aragón es una verdad de Perogrullo. Ni más ni menos.

 

Los caciquillos locales del susodicho partido “supuestamente clientelar” se frotaron las manos de lo lindo escuchando las declaraciones de Carbó. Así pues, el político que no se responsabilizó de su gestión para que avanzara Teruel (pero que para él y lo suyo si que “avanza) y al que ya ponían como gerifalte de la ciudad con la piel de oso vendida, se tenía que reir por dentro. Porque el político en cuestión sabe como nadie que este juego  se construye de mentiras, traiciones e hipocresías. Me supongo que tiempo les faltaría a todos los caveros y cías de la Tierra Baja para movilizarse e intentar morder en la yugular a Carbó. Como tiempo les faltó a algunos de esos “estómagos agradecidos”, mediáticos o no, para condenar la ¿chiquillada? de Carbó. ¿Y el alcalde?: ni está ni se le espera.

 

Lo más hipócrita es la reacción del partido del concejal. Mitad le dejó caer a los leones; mitad se puso en plan paternalista dandole un pequeño cachete (en el sentido político de la palabra). Porque a nadie se le escapa las declaraciones de cualquier militante o político del PP cuando habla de los del PAR. Igual que a nadie se le escapa lo mismo en el ámbito pseudosocialista del PSOE. Pero claro, sólo en la intimidad, como el catalán de Aznar. Y de eso, precisamente de eso, vive el PAR y sus acólitos: de revolver la …

 

La conclusión de todo este rifi-rafe es clara para cualquiera que sepa algo del sistema que nos corrompe, ordena y manda. A Carbó no le ha traicionado su juventud. Si alguna lección creo que podría aprender de todo esto es precisamente alguna de las cosas que él ha criticado en alguna de sus columnas. Las jerarquías y los sistemas pseudodemocráticos de este país, con los partidos políticos (el suyo también) a la cabeza se construyen de traiciones. Suele escalar el que mejor se posiciona y el que traiciona a quien debe en el momento que debe. Él sólo es un peón que será sacrificado si es manester aunque sus declaraciones fuesen palabra de Dios.  No comparto la ideología de Carbó, pero rompo aquí una lanza (o unas cuantas) por él y por sus declaraciones. Porque lo lamentable es vivir en una sociedad donde las estrategias de poder partidista están por encima de todo y de todos (sólo hay que fijarse en cómo no hay un Dios que cumpla su programa electoral).

Porque, desde la derecha y desde la izquierda, si es que todavía existe eso en los partidos tradicionales (que lo dudo), también es importante, viendo lo que vemos, dejar de cogérsela con papel de fumar. O a lo mejor es que todos tienen demasiado que callar.