OTRAS CANDIDATURAS SON POSIBLES (1)
No se si el título de este artículo es muy apropiado, pero no encontraba mejor fórmula para intentar explicar que, en el medio rural español en general, y en el aragonés en particular, hay otras fórmulas de hacer política. Mejor dicho, hay otras maneras y otras necesidades de hacer política.
Tenemos ante nosotros unas elecciones autonómicas y municipales. Debemos hacer frente a los problemas de la ciudadanía con fórmulas imaginativas y debemos también bajar a la tierra y hacer partícipes a los ciudadanos. Esto tan nombrado últimamente por muchos partidos como “democracia participativa” es algo que todos dicen pero que pocos hacen realmente. Y es que es muy complicado llegar a todos los sitios, y más complicado es hacer que la gente participe.
Cualquiera que se ponga a hacer una lista municipal conoce la dificultad de llegar a constituir una lista equilibrada en una población pequeña. Pero todavía es más difícil, en esta cultura de la especulación, el pelotazo y el interés, llegar a realizar una lista sin “ofrecer nada a cambio”.
Cualquiera que se ponga a hacer una lista municipal conoce la dificultad de llegar a constituir una lista equilibrada en una población pequeña. Pero todavía es más difícil, en esta cultura de la especulación, el pelotazo y el interés, llegar a realizar una lista sin “ofrecer nada a cambio”.
No quiero decir con esto que todo, absolutamente todo, este podrido, pero si que, en lo que a mi respecta, como persona inquieta, seguiré muy de cerca muchos candidatos, y no sólo los primeros de las listas, que en los meses posteriores a las elecciones pueden darnos en las narices con algunas pequeñas o grandes cosas que, por lo menos, nos darán que pensar.
Y es que necesitamos nuevas aspiraciones políticas para nuestros pueblos. Aspiraciones que eviten, en la medida de lo posible, el sentido único del partido, que busquen el pacto a escala local, donde primen los intereses del pueblo sobre los intereses partidistas. Y para ello, porqué no, existen fórmulas. Una de ellas es la de las candidaturas independientes, y aunque algunos necesitemos un descanso razonable tras cuatro años de trabajo en el territorio (o quizás no), debemos conseguir recoger las inquietudes y proponer trabajo , trabajo y trabajo, con programas serios donde no sólo nos incumba vuestro voto, y el mío, para un día cada cuatro años que, desgraciadamente, es lo que suele pasar.
Trabajo independiente sin siglas políticas, algo tan respetable, o quizás más, que el resto de candidaturas que ya se están presentando.
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