¿Poeta en paro?
Lo tengo decidido. A la funcionaria del INAEM le diré lo que quiero decirle hace tiempo. Que me ponga en el epígrafe de "poeta en paro". Y si no existe que lo inventen, que para eso queremos una administración efectiva.
Hoy es el último día en Andorra. Día de replegar un poco cuatro papeles y despedirme. Tres meses y medio ejerciendo. Y el martes a dar otra vez vueltas.
Son las cosas de la vida... del querer.
Durante esta estancia he tenido la oportunidad de conocer y aprender cosas. Eso es bueno. El edificio de la Casa de Cultura, o al menos una parte, está en lo que fue la casa del cura de Andorra. Manda huevos. El mismo sitio donde pasaba largas temporadas mi madre y mis tíos con Mosen Carmelo Aguilar. En una familia tiene que haber de todo Carmelo, y el sobrino te salió ateo y anarquista (eso sí, de salón, no jodamos).
Y como curiosidad, me ha acompañado un cuadro de Manuel Lorén, "el Heavy", interpretación de una conocida foto de Semana Santa que retrataba al Braulio, el tío Casiano. Casualidades de la vida, me contaba mi amigo Manolo el Pito, nieto del Casiano, que le bajaba los veranos el libro de historia al abuelo, una historia que me recuerda a la que tantas veces me contaba mi madre, cuando mi abuelo Jose Mari, el Garrillo, les cogía algunos libros prestados a sus hermanos los de la sotana para ir leyendo. Mi abuelo madrugaba y curraba, los otros no.
Y con esa sonrisa que te queda después de las pequeñas grandes historias que nos hicieron como hoy somos, recogeré el montante, me tomaré un café, y me iré a casa con Mamisusi y los peques, esperando ver llegar rengleras llenas de versos o preparando gasolina para algún jugoso combinado.
Son las cosas de la vida... del querer.
No, ¿poeta en paro?. No es lo mismo estar parado que estar parado. Pues eso
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4 comentarios
octavio -
abrazos
o.
manolo el pito -
Compañero ya sabes que preferimos morir de pie que vivir de rodillas, no dejes de escribir y de recitar. Un beso para Susi y los pequeños.
Salud.
Manolo el pito.
Pascual -
No nos saca de esta ni el jefe de tu tio Carmelo.
Tira palante que puedes y llegaras.
Marcos Callau -