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EL MESTIZO. poesía, opinión; sociología grotesca

OPINION

El gran René. Que continúe el espectáculo.

Esta entrada se la dedico a mi Mariete. 

Con tanto Casillas y tanta propaganda Casillista parece que a los críos les de miedo salir del área pequeña.

Como me decía a mi un amigo cuando aún jugaba al fútbol: 

- Perder perderéis Víctor, pero que no pare el espectáculo-

Higuita Siempre¡¡¡

 

TEO

TEO

En mi infancia yo no era muy lector. Ni siquiera en mi adolescencia, para que nos vamos a engañar.

Los resúmenes de las lecturas para el cole eran una miscelánea de copia barata, comentarios con algún amigo lector e imaginación. Así por lo menos, hasta bachiller. Mi amigo Elvis era un gran lector y me iba pasando algún libro. Luego le ha dao por la gasolina... y nunca le devolveré su cinta de casete de los Clash.

Tampoco era muy de tebeos. A mí me gustaba jugar en la calle, por el pueblo. Tocar timbres, ir por el río y los cañares, coger la escopeta de perdigones...

Cuando íbamos con mi amigo el Fiera a la biblioteca nos enredábamos en ver libros de razas de perros, de animalicos y plantas. La biblioteca en mi pueblo es toda una institución. Pasábamos allí las horas muertas, repasando libros, cogiendo tebeos y dando por el saco a la bibliotecaria. Nos hemos criado también allí. Maquinicas no teníamos muchas, y pronto cambiábamos la temporada (o moda) de la maquinica por la de los pitos. Cosas curiosas del pueblo.

Sin embargo tengo unas cuantas decenas de cuentos y tebeos de compra. En mi caso había un par de premisas que se tenían que cumplir para que me trajesen a casa un libro o un comic de Mortadelo. La primera es que estuviese malo. La segunda que mi padre o mi madre fueran a Zaragoza.

La primera está claro que solía cumplirse de vez en cuando. La segunda también. Mi padre subía faena a Zaragoza continuamente, por ejemplo. 

No es que no comprásemos libros o tebeos otras veces, pero mi recuerdo es el de "cuando estaba malo". Y libros por casa, aunque no había muchos, había, al menos todos los que la CAZAR iba editando y regalando a sus clientes. 

Yo ya soy de la generación en la que se nos daba mucho más de lo que necesitamos. Además mi amigo el Chincheta y yo teníamos bar, lo que nos ahorraba un buen presupuesto para los días de diario y los días de guardar. Bien surtidos de polos, bollicaos y almondigas de "La Viuda" podíamos ser envidia de cualquier otro crío del pueblo que no contase con nuestros contactos.

Un día me regalaron un libro. Se titulaba "TEO en la granja". Lo vi de pasada hace unos días en casa de mis padres. Mi sobrino el Jorge le regalo a Andrea hace un par de años la colección entera de TEO.

Ahora que a Andrea se le ha pasao ya el tiempo de TEOs me gusta verlos cómo se los leen ella y Mario a su hermano Manuel. 

Me hace recordar otros tiempos. Cuando me ponía malo y me traían un tebeo. Cuando íbamos a matar ratas al basurero con la escopeta de perdigones. Cuando venía el de la máquina al bar a recaudar y nos ponía una docena de partidas. Cuando esperábamos crecer.

Ahora leo más a TEO que a cualquier novelista de actualidad. Y me encanta ver la cara de Manuel que descubre el mundo a través de las letras y los dibujos.

Y me encanta que la almendrera nos diga que es casi primavera y suenen los ecos del tambor. Porque en esos momentos me olvido de lo poco que pueda gustarme ser así o andar tropezando continuamente.

Ahora que leo a TEO me acuerdo de todos vosotros.

De poetas sosos

Lo de sosos muchas veces nos lo hemos ganao a pulso. Siglos y siglos de soserías. De olvidar lo hermoso de los poetas cordeleros. O de aquellos poetas medievales y no tanto que te hacían un romance de cualquier cosa interesante. Poetas grandes y graciosos, iletrados las más de las veces que recitaban mochigangas o dichos en el Dance del pueblo, pa San Antón o para Carnavales.

Ahora vivimos poetas sosos, aunque  alguno somos medio sosos. Y también poetas poco sosos, hasta graciosos.

Pasa un poco como con los porteros (arqueros) del fútbol. Los ha habido poéticos, como Jorge Campos; romanceros como Chilaver;  estalentaos como Paco Buyo; incluso “performancers” como René Higuita. Y sin embargo, como en la vida, un portero soso entero (como portero y como director deportivo) ganó más cosas que los tres anteriores juntos.

Yo que fui portero antes que poeta era más del gremio de los “performancers”. Hablaba con los abuelos de Cretas mientras calentaba, justo antes de que me dijeran hijo puta en varios idiomas. Performances de arquero en Calaceite o en Bujaraloz, minutos antes de que me escoltara literalmente la Guardia Civil hasta el vestuario.

A los poetas sosos, como a los porteros sosos no nos suele salvar ni un beso de Sara Carbonero.

Es una lástima que suelan ser poetas sosos los que se prodiguen muchas veces en recitales que, como no puede ser de otra manera, acaban siendo sosos.

Pero ¡ojo!, un poeta soso puede ser el mejor poeta del mundo. Igual que el poeta más malo del mundo puede ser, sin embargo, el poeta más gracioso de la cristiandad. Lo cortés no quita lo tangente (ahí queda esa sosada). O como coño lo digan los poetas duros, taciturnos y ricos del Potosí.

 

Víctor Guiu, el Mestizo

Lista Municipal para Híjar. Elecciones 2015

Lista Municipal para Híjar. Elecciones 2015

Un grupo de ciudadanos que sabemos que lo más importante son las personas y creemos que acercándonos a la vecindad es posible llegar a conocer las necesidades reales del municipio en el que vivimos. Lograr el máximo desarrollo y progreso social, económico, político, cultural, desde la igualdad de los derechos y oportunidades, la libertad y la sostenibilidad, de la trasparencia municipal estimulando la participación ciudadana.

 

http://iniciativaciudadanaporhijar.blogspot.com.es/ 

 

Con este mapa de intenciones un grupo de hijaranos animamos de nuevo a la participación política, a llegar al ayuntamiento, a intentar cambiar las cosas, a que no sigan mandando los mismos de siempre.

Los últimos años nos han deparado compromisos sociales y políticos que difícilmente podríamos adivinar ni percibir antes de la crisis (esa que algunos dan por finiquitada).

Transparencia y participación. Con esas premisas básicas se nace, con esas premisas básicas se hace. 

El proceso ha iniciado. No sabemos dónde nos llevará. Ni siquiera sabemos si se darán los pasos suficientes para hacer un frente común, una lista única que intente llevarnos por otro camino.

Nuestra provincia pierde cientos de habitantes cada mes. Nuestros jóvenes ven mermadas sus pocas esperanzas de quedarse en su pueblo (quién sabe, ni siquiera en su país). Han surgido iniciativas sociales y culturales. Pero los cambios pasan, si o si, por estar en el ayuntamiento. Y no sólo estar; ganar.

El desconocimiento de la gestión municipal en cualquier ciudadano del pueblo roza el escándalo. Pero es una opción política real. Una opción de aquellos que no quieren que se sepa cómo se hacen las cosas.

Y así estamos. Aquí hemos llegado. Sin oportunidad y alternancia seguiremos en la misma situación. Después, de nada servirá lamentarnos.

 

 

 

 


Reformar políticas y Constituciones

El “a ver quién la tiene más larga”. Relegar al prójimo, luchar en las trincheras cobardes de políticos que no pisan el área de fuego.

Para reformar, para tratarnos los unos a los otros, debe de existir un equilibrio entre la ambición y la solidaridad. El equilibro nos hará más o menos libres, más o menos respetuosos, más o menos ciudadanos.

Pero, hete aquí, que nos cruzamos con la cruda realidad. El gran problema sistémico de nuestro país (y supongo que el de muchos) no es que los grandes empresarios, ejecutivos, políticos, sindicalistas y mandamases sean unos hijos de puta. El gran problema es que para llegar allí, a lo más alto, a niveles provinciales, regionales, nacionales, internacionales.. hay que ser ya un hijo puta. Y los hijos de puta tienen demasiados mamporreros y arribistas a su servicio que sueñan con esa ambición.

Un estudio de esos que se pierden por la red demostraba que tras analizar altos cargos, un equipo de psiquiatras comprobó que aquellos que más posibilidades de ascender y mandar reunían las mismas características que reúnen los psicópatas. La empatía no ayuda nada a la hora de ambicionar un puesto de responsabilidad. Te van a pisar y putear. No importa lo que sepas, lo que seas capaz de hacer. Tienes que saber traicionar, convencer y mentir.

Vender una imagen, conseguir unos votos y ganar más dinero para comprar cosas ridículas. Especular con todo ello.

Aquí no se dicen las cosas por su nombre. No interesa porque eso genera “poder”. Los reformistas acaban cogiéndosela con papel de fumar. Dan risa.

Todos queremos nuestra propia Constitución sin ni siquiera haber sido capaces de hacer cumplir la que tenemos. La que tenemos en casa, la que tenemos en el barrio, en el pueblo, o la que tenemos en una vitrina en esa casa de citas en la que hemos convertido la Carrera de San Jerónimo.

La ambición se sitúa por encima de la solidaridad. Porque el error sistémico es incorregible. Cada cual buscará su “peculiaridad”.

He conocido empresas y amigos que se quedaban en la calle porque somos un país de peculiaridades. Peculiar, diría yo.

Así, la reforma servirá para callar o servirá para dar a aquellos que se quejen. Un poco hoy, otro poco dentro de dos legislaturas. Según dónde vivas no tendrás fiscalidad propia, no podrás atraer empresas (qué mal suena, copón). El modelo de “quema de contenedores” y el de “llorar decimonónicamente por nuestros derechos históricos” es el que ha triunfado. Ha triunfado porque la ambición del poder necesita de pactos.

Mientras tanto, en el reino de los pactos de Caspe nos quejamos poco. Nuestro acento cae bien en el solar ibérico, hacemos gracia y no damos mal porque somos cuatro y nos plegamos a lo que nos dicen.

Reformarán para quedarnos igual. Olvidarán sus improperios y se venderán por cuatro duros porque la madre Suiza es más fuerte que el patriotismo. Aquí no hay patriotismo, hay polos ribeteados de banderas. Y como dice la canción “todas las banderas son para quemar”.

El equilibrio está roto, podrido. Asquerosamente insignificantes, deberíamos dar la vuelta a todo para empezar de nuevo.

¿Nos atrevemos? Pero… ¿con quién?

 

Víctor Guiu, el Mestizo

 

Hepatitis

Que me explique alguien lo de lo de la Hepatitis porque es que me pongo de los hígados.
No tienen vergüenza, ni la conocen, aquellos que están tan alejados del vulgar de los mortales porque ellos tienen dinero de sobras para pagarse los tratamientos que  el resto no podemos.
Me solidarizo con ellos, pero la solidaridad no basta si luego ponemos a los mismos idiotas en los puestos de responsabilidad que nos niegan, directamente, la vida.
La suerte que tienen (y mucha), es que no somos un pueblo violento.
Vótales y serás cómplice.

La izquierda de Aragón

 

Que la política y la historia española es un cúmulo de oportunidades perdidas no es nada nuevo.

A toro pasado suele ser fácil analizarlo todo. Si no fuese así no existirían los economistas ni los sociólogos, que son expertos en esas lides.

Ahora que todo Cristo habla de “confluencias” –dichoso palabrejo que habrá que añadir a nuestro estúpido diccionario de “sinergias”, “desarrollos locales” y “brunch”- muchos nos acordamos del proyecto casi extinto de “La Izquierda de Aragón”.

No es la primera vez que escribo acerca de la coalición que se presentó en las anteriores elecciones generales.

Lo cierto es que entre CHA e IU dejaron la casa sin barrer, sin medias tintas. De lo que se estarán arrepintiendo seguro. El proceso lógico de "La izquierda de Aragón" tenía que haberse convertido en un proyecto global. Se hablaba de las tres patas del banco, donde una parte ¿importante? la constituía el bloque de independientes que formaron/formamos parte de las listas.

No entro en quién tuvo más o menos culpa de que aquello siguiese pues no tendría mucho sentido. Ni siquiera en plena campaña hubo apoyos a gente de la lista que tenía que ir medio por libre. Por no hablar de que había unas reticencias absolutas entre los dos partidos –en nuestra provincia quizás menos por el conocimiento personal que teníamos unos de otros-. Y pese a todo el trabajo en el Congreso no ha sido malo, ahí están las hemerotecas y las páginas oficiales para el que lo quiera valorar.

Y de repente todo cambia con la irrupción de una nueva formación que aglutina el descontento y abre las puertas a gente nueva (y vieja). Lo que está también más claro que el agua es que, lo no puede ser, que gente que lleva años batiéndose el cobre en partidos, instituciones o independientemente sean tachados ahora por algunos sectores de Podemos como "vieja política" e impongan si o si, sin negociación, sus principios, que no son tan extraños a otras formaciones, por encima de cualquier confluencia (mierda, volví a nombrar la palabreja).

Y, no es por nada, pero de la "vieja política" me salen ahora veinte o treinta nombres, a botiboleyo, que ahora dan lecciones éticas desde los nuevos partidos o foros sociales. Algunos incluso podríamos enmarcarlos en la “casta”. Esto no es bueno ni malo, “es”. Sindicalistas, funcionarios, expolíticos que ahora creen “haber entrado en razón”, jubilados socialistos, ex directores provinciales,  blogueros y “pensadores” que saltan de un lado a otro, que no han conocido nunca el paro, que no han estado nunca en el suspenso mortal de un desahucio, que han sido los fontaneros de muchas instituciones, participando y engordando el sistema que tanto critican.

El proceso común no puede depender de la normal prepotencia española, que está por encima de ideologías. El proceso común, y más en el medio rural y en provincias donde nos conocemos todos, no puede fundamentarse en que si ganan, ganan más unos que otros, en que se vaya “maquinando” a base a enfrentamientos antiguos.

Las voluntades que hace tres años dejaron de reunirse se plantean ahora dilemas más serios que pueden hacer rozar su desaparición del mapa político turolense. La izquierda es plural, de acuerdo, pero Teruel y el Bajo Aragón es demasiado pequeño para que las últimas pinceladas de nuestro cuadro valgan más que el bastidor y la obra donde se tejen nuestras ilusiones.

Porque de ilusiones hablamos, y no sería tan raro que perdiéramos otra.

 

Víctor Guiu, El Mestizo

La tienda y la foto

Cuando reformaron aquella tienda podríamos equiparar nuestra impresión con la de la primera vez que entras a una gran superficie. Todo lleno de estanterías y productos de lo más variopinto.

En realidad sólo modernizaron un poco, agrandando la zona del mostrador por lo que fuera la entrada a una casa que mi abuelo casi no tuvo tiempo de disfrutar. Una mañana, recién jubilado, le pidió una manzanilla a mi abuela porque se encontraba mal y ya no tuvo tiempo de tomársela. Desde aquel suceso, contado mil y una veces en mi casa, pocos Guius somos amantes de ese brebaje del demonio ni aunque nos lo sirvan con anís.

Como decía, fue un gran avance aquella “ampliación”. Pero se conservaba la esencia. Cubos de madera con sardinas en la puerta. Verduras “del país”. Y nuestro más querido rincón, en el primer pasillo, al fondo, a la derecha: las chuches.

Mi tía tiene un carácter peculiar. Los primos la sorteábamos para “aventurarnos” en los rincones más inhóspitos del viejo caserón de la Plaza de la Parroquia. En el último piso, algún pequeño despacho y sorpresas de todo tipo. Zapatos de la postguerra, periódicos viejos, una foto de los ex cautivos de Alcañiz…

En el piso intermedio, encima de los cuartos, un tesoro que permanecía inalterable desde hacía décadas. Galletas caducadas, latas, botes de no sé qué productos que hacían las delicias de todos nosotros. Y sobre todo: “¡que no se entere la tía!”.

La cocina, un minúsculo reducto en la planta baja, era capaz de sacar las costillas de palo más turridicas y sabrosas que he probado. Aún hoy, cuando paso por aquella casa, me viene el sabor de las costillas y reviso mi DNI por si algún milagro me bajase treinta años de repente.

La vida en la plaza estaba llena de saludos, juegos, olores… Olores como el cuarto del mondongo de la tía Concha. Olores como el tabaco de los viejos, que se quejaban de nuestras trastadas. La lejía de la Fina para que no pasáramos con el monopatín. Olor de las tortas cerradas del Soguero… Sonidos como la sierra de la carnicería del Joaquín o el grito de las abuelas llamando para la merienda. 

Las novedades están grabadas en nuestras retinas. El coche nuevo del Fernando. Mi tío José Antonio y su cámara de vídeo. Mis primas y mi hermana agarrándome de la mano. La incursión a la calle Santa Ana para ver por el cristal a mi tía Ana en el Registro. El viaje a jugar a fútbol sala entre sacos de harina. La “maquinica” de mi amigo el Carlos. El VHS nuevo del Joaquín, donde lloramos cuando David se convertía en roble…

Dormir allí era especial. No te salvabas de una parte del Rosario. Ni de la bolsa de agua caliente. Ni de “mudarte” los domingos para ir a misa. Las fotos de la bisabuela daban miedo, aunque más miedo le daba la bisabuela a mi tío Paco, que cuenta cómo le “encorría” por la plaza, muchos años antes que nosotros ocupáramos ese espacio de su memoria. La memoria de mi padre con sabor a farinetas.

El tiempo pasado no es ni mejor ni peor. Son las páginas de nuestra vida, las que nos han  hecho llegar aquí.

Cabezonerías. Nos empeñamos este año en que había que hacer una foto. Una foto allí, en la plaza, en la tienda. De vez en cuando la repaso. Una foto que nos diga que, algunos días de nuestra vida, fuimos felices y compartimos algo más que un apellido.

 

Víctor Guiu, el Mestizo.

NO A LA LEY MORDAZA

NO A LA LEY MORDAZA

Pureza de sangre

 

La cabra tira al monte. Casi siempre. Y es monte. Además de cabra, o cabrón. Quiero decir. Que el monte también nos hace cabra.  

El español vive en España. Hasta que la ANC demuestre lo contrario el catalán se parece más a un gallego que a un Noruego. Y por extensión, el aragonés se parecerá más a un gaditano que un australiano, o que aun tipo de Gambia. España también nos hace y nos modela. Nos hace crecer y nos mete en vena lo bueno y lo malo.

Así pasa que uno puede ser de izquierda, de derecha, lateral derecho, interior zurdo o media punta, pero el poso de la pureza de sangre, los tópicos hechos frase, razón o mantra, le sobrevuelan y, en la mayoría de las ocasiones, le fertiliza mucho más que la pátina ideológica.

Así somos, no se engañen. Cabras (o cabrones) y monte (el orégano ya... según quién mande).

Las leyes no escritas las escriben ellos. Tú estás dentro. Eres masa asamblearia o masa silenciosa. Masa, al fin y al cabo. Si protestas, ojo, no sirves. No sirves pues si protestas. No protestes. O sí.

Un secretario de organización de cierto partido nos dijo un día a mi amigo Manolo y a mí que hiciésemos lo que nos diese la gana, que no nos necesitaban porque con nosotros o sin nosotros habría lista en el pueblo. No sé dónde para, ni el secretario… ni la lista. Otros miembros de cierto partido afín repartían comentarios de lo peligrosamente sectarios que éramos. Algunos miembros de otros partidos se preocupaban de nuestro supuesto radicalismo. Todos ellos llamaron a nuestra puerta, varias veces, en los últimos ocho años. La decencia es decencia cuando asoma la decadencia.

Las identidades las construimos entre todos hasta que triunfa el tópico, la pureza. Yo, que tengo muchas identidades, algunas contradictorias y eternamente en conflicto, convivo con las inquisitoriales verdades absolutas. Y hasta caigo en la venerable pasión del puro. Somos Torquemadas ingenuos que bebemos de la misma agua.

La izquierda pura es si cabe tan salvaje o más en sus discursos de pureza. Parece que todos tienen abuelos republicanos o padres que corrieron delante de los grises. Parece ser que la tauromaquia es cosa de fachas y que un mínimo gesto de apoyo a Israel te convierte en un nuevo nazi peligroso, asesino de niños: el coco.

La progresía entiende, y mucho, de purezas de sangre. Vigilantes de que no te descarríes ni un momento. Eso es cosa de las derechas, dicen. Un mínimo rescoldo de casta en tu carné te impedirá alcanzar el glorioso fin del cristiano viejo. Hidalguías modernas que esconden tras de sí lo más malo del sentimiento hispánico. Quizás, como ellos hacen, baste con taparlo.

Y mientras tanto, resolviendo identidades, construyendo la genética pura del ciudadano, vemos pasar el tiempo intentando que, al menos, el mundo no nos cambie lo suficiente como para seguir descubriendo infinitos. Algún infinito que nos lleve a la tumba con la tranquilidad del que vivió siendo él mismo.

Sube y baja

Pronto lloverán las hojas del latonero sobre nuestras cabezas. Las heladas llegarán. Las rosadas pulirán la piel de nuestros cuadros. Oiremos al cierzo y abrazaremos la almohada en las noches de invierno.

Con vosotros aprendo, aunque lo aprendido no sirva para transformar salvo la entrada de una villa imaginaria donde la huerta y el monte se juntan.

Nos gusta que asome el sol por la ventana de la habitación, que nos mire de bislai mientras remoloneamos entre sábanas.

Como a todas las mujeres de su casa las rutinas son parpadeos. Incapaces como somos de descubrir la grandeza del biberón, o el café relajado de media mañana.

Entre tanto el mundo se mueve y no sabes si sigues siendo engranaje o, sencillamente, un residuo peligroso enterrado.

No conozco a nadie que esté realmente entero por dentro. Por eso escucho en las mañanas de lectura las tristes esperas de Chavela.

“Si alguien me hubiese dicho que me fuese, mi corazón se hubiese puesto a reir”. Así que aquí sigo. Día tras día. Y entre los cielos azules o las nieblas absolutas, abordaré otro día como un pirata sin barco.

Tengo todo un catálogo de perezas que me embriaga.

Veo partir al abuelo las nueces de la noguera que me cobija y que plantó su padre. Al mismo tiempo pregunta cómo quedó el partido de ayer.

O ella me mira y me pierdo entre sus tirabuzones.

O mamá me besa y me pide algo sin decir nada.

…………………….

Mi hijos tienen soluciones para la tristeza de este mundo. El pequeño me dijo el otro día: “Papá. Mira. Esta ventana es muy chula. Se sube y se baja”.

Pues eso. La vida se sube y se baja. Y la poesía suele resumirse, casi siempre, en la frase inocente y sabia de un niño de tres años.

 

Victor Guiu, el Mestizo.

Septiembres

Ojito si descubres un billete de cinco euros perdido en el pantalón que llevaste el último mes de Mayo. Ojito si el descubrimiento se convierte en sonrisa. Ya tengo para tomar el café esta semana después de llevar los niños al cole. Ojito. Puede ser un síntoma más de tu decadencia.

Adaptaos padres del mundo. Los niños pequeños necesitan adaptación. Lo dicen los pedagogos y pedagogas de este universo paralelo. Ellos saben más que tú. Tú no sabes nada, triste de ti, que hablas desde el desconocimiento absoluto de la vida. Hay que ser solidario con los hombres y mujeres que educarán a tu hijo. Llama a los abuelos. Que vengan del pueblo de Soria o de Burgos. O de Bilbao, si hace falta. Queda con los vecinos. Socialízate, pide un favor a ese padre-de-niño-compañero-de-tu-hijo que espera contigo “a las cinco de la tarde”. Cógete semana y media de vacaciones. Respira, descansa y mira al mundo con una sonrisa. No seas idiota. Ni cascarrabias. El mundo te lo agradecerá.

Empieza el futbol escolar. Los padres ya están contentos y afilan sus lenguas contra árbitros, entrenadores, presidentes y esos malísimos jugadores mimados que el idiota de tu hijo llama (jajajaja) “amigos”.

No me hables de castas ni de pollas. No se libran ni los nuevos popes más idolatrados. Visto lo visto seguiré votando al menos malo.

En mi pueblo en Septiembre empieza el invierno. En el de mi mujer, realmente, casi se hiberna cuando acaban las fiestas de Agosto… hasta el Julio del año siguiente. Y no hay FEADER que lo remedie.

No pienso hablar ni de toros ni de Tordesillas. 

Historia real: funcionario x, póngase camiseta verde los miércoles de guardar, pero pídele al interino de turno que te haga lo que no has hecho tú estas primeras semanas de septiembre. Son los menos. Menos mal.

Borrarse del Facebook es bastante más complicado que hacerlo de la Iglesia; un acto de fe. Es igual, no creo que nadie me necesite. 

Me gustaría saber cuánta gente lee esta columna. No por nada, por saberlo. Por alcahuetería pura y dura. Aunque lo que más me gustaría saber es si verdaderamente valen la pena estas letras. Quizás sólo sirva para que, si me presentase algún día por algún partido (por otro de los que no me haya presentado, quiero decir) una legión de becarios se apodere de mi alma diciendo lo pérfido e incoherente que soy. Pero eso ya lo sé yo, que no se molesten. Sin más. No por nada, porque lo sepan 

ESPAÑA/AÑAPSE

 

 

Que una de las dos Españas ha de helarte. O cocerte.

 

Ser del Madrid o del Barsa. Que gane el PP o el PSOE. Si hablas mal de uno es que eres del otro. Si hablas mal del otro te has cambiado de chaqueta. ¡Chaquetero!

 

¿Ateo o católico? ¿Practicante o ATS? ¿Eres taurino o antitaurino? ¡Facha! ¡Rojo!

 

Nacionalista de centro. Nacionalista periférico. ¿Ciudadano del mundo? ¿Qué?

 

Estudiar inglés hasta las últimas consecuencias: la selectividad.

 

¿Eres de playa o de montaña? ¿De pueblo o de ciudad?

 

O te gusta Reverte o no lo puedes ver. ¿La Cope o la Ser?

 

Monárquico o Republicano. De izquierdas o de derechas. Nada de laterales, interiores, líberos, volantes, extremos o media puntas. Si eres portero te vas a comer todas las culpas, que lo sepas.

 

Catalán o anticatalán. Catalán o catalanista. ¿No te gusta esto? No eres buen español. No eres un buen catalán.

 

La tortilla de patatas, a saber, ¿con cebolla o sin cebolla?

 

Coste, o coste 0.

 

Si no ganas el Tour no eres buen ciclista. Vaya por Dios. Forofos de terciopelo sentados un Julio delante de la tele. Tiene tela.

 

Pureza ideológica. Si te gusta eso no eres de los “nuestros”. Los nuestros son los mejores. Solo roban los de al lado. Todos son iguales.

 

Jamón. Procesión.

 

Yo no fui. Lo juro. Yo no vi nada. Yo me fui. Yo creí que podía.

 

Voto útil. Voto inútil. Vota inútil. No votes inútil.

 

Ese es un jeta. Jeta, más que jeta.

 

Chssss. Ehhh. Cooo. Tictictictictic. Oye. Jefe. La cuenta.

 

 

 

 

Víctor Guiu, el Mestizo

EXPECTATIVAS

 

Ahora los críos quieren Messi, Cristinano Ronaldo, Nadal o Casillas. También Alonso o Lorenzo, Marquez o Contador.

 

No cambian tanto los tiempos como nos parece.

 

La multitud te pide ser “alguien”. Tu familia te pide ser “alguien”. Tus amigos. Bueno, a tus amigos les da más igual –o no-.

 

Vas sorteando “personajes alguien” según sea tu actividad. Si defraudas a hacienda eres un tramposo. Si defraudas a hacienda y te llamas Messi te van a cantar a la puerta del juzgado. En mis tiempos, si te pillaban con un kilo de coca eras un camello, un impresentable. Si te llamabas Maradona eras Dios.

 

Hay dos tipos de personas, los que se quitan la camiseta para enseñar los cuadraditos y los que nos la quitamos cuando tenemos calor. CR7 hace mucho daño, aunque los gimnasios están supercontentos con él.

 

Si eres vegano ni se te ocurra invitarme a comer, yo haré lo propio contigo.

 

A mi tía Carmen le hubiese gustado que fuese cura. Mi tío Vicente llevó los tambores a Andorra. Mi abuelo quería que fuese aviador, para bombardear Rusia. Otros necesitan reinventarse su propia historia para aparentar por lo políticamente correcto. No es mi caso.

 

Tener gallinas me parecía algo futurista. No fumaré ni beberé mamá.

 

Si para ser progresista y moderno tengo que ser antitaurino prefiero quedarme como estoy. Olé.

 

Llegué a salir cinco días a la semana. Hoy recojó los céntimos del supermercado y he llegado a pagar un café con trece monedas.

 

Yo quise ser Paco Buyo y Guido Bontempi. Los jóvenes no tienen ni zorra idea de quienes eran. Pero yo los guardo en cromos y cartas como reflejo de las fallidas expectativas que pusieron sobre mí. Y con los años resulta que no he sido ninguno de ellos y cada día que pasa me parezco más a mi padre. Para nuestros viajes no se necesitan grandes alforjas.

 

Víctor Guiu, el Mestizo.

COSAS DEL GLORIA FUERTES

 

 

Yo del Colegio Gloria Fuertes de Andorra no sabía prácticamente nada. Debería ser obligado conocerlo. Como nota positiva para el examen de nuestras vidas.

 

Tuve la suerte de conocer su trabajo gracias a Silvia y al recital que dedicaron a nuestra buena amiga Lola Oriol.

 

Lola es una chica de pueblo que lleva encima siempre una sonrisa. Es una sonrisa que anda. Yo, que a veces soy un tipo serio, me acuerdo de ella de vez en cuando para decirme ante el espejo que no se puede llevar esta cara de pocos amigos la mayor parte del día. Pero cada uno es como es.

 

Lola ha escrito el prólogo de “El suelo que piso”, de La Europa del Aborigen.

 

Una amiga mía resume la vida en esta frase: “todo son cosas”. Las Cosas del Gloria Fuertes cal escribirlas siempre con mayúsculas.

 

Cuando uno ha visitado el centro y sus Cosas le sirven como terapia cuando le entra el bajón. En nuestra sociedad el bajón es consustancial a la persona. Si Ortega viviese hoy en día hablaría del “yo soy yo y mis bajones”.

 

Las Cosas del Gloria Fuerte tienen mérito. Ganar un mundial es una puta mierda si lo comparamos a cualquier hora de los que dejan su vida y su profesión entre esas puertas. Las familias que acuden allí lo saben.

 

Los inútiles que nos gobiernan saben poco de las Cosas del Gloria Fuertes. Son herencia del castigo divino y del encerrar en casa.

 

Luchar allí es luchar siempre. Son puntos. Autopistas hacia el cielo. Porque el cielo está aquí. Entre nosotros. Y nosotros, pobres ciudadanos de bajón, todavía no nos hemos enterado.

 

Somos así de imbéciles. Que todo pase al lado y que no nos pase a nosotros. El día que no haya Cosas en el Gloria Fuertes se acabará el mundo. Los dinosaurios se extinguieron porque no sabían de las Cosas del Gloria Fuertes. Tú también te extinguirás. Pobres de nosotros.

 

Los ángeles están a nuestro lado. Nos rodean.

 

Quizás sea hora de levantar la cabeza y darles la mano.

 

 

Víctor Guiu, el Mestizo

Podemospodemos

Podemospodemos.

 

Si eres un perroflauta tertuliano y sales en las cadenas cavernarias tienes muchos puntos. Pide la unión de la izquierda. Pero siendo tú el primero. Organiza ateneos y ciudadanos de la unión. Cada vez que pidas una unión te saldrá un chito de la parra. Sesenta papeletas para votar son muchas papeletas. Y el ppsoe lo sabe bien.

 

Podemospodemos.

 

Aún así prefiero ser perroflauta que hipster, o que gaviota. Cuando uno se conciencia se encuentra sobreconcienciado.

 

Organiza tu tiempo. Si a las once de la mañana de un día cualquiera has acabado los recados y ya no tienes pensado salir de casa es que algo te está pasando. Mírate al espejo y baila.

 

Los expertos en twitter se apañan las oposiciones en 140 caracteres. Con un par. En el Bar Santiago te ponen una tapa con tu consumición. No te quejes tanto y haz tú lo mismo.

 

Los ministros españoles no son útiles, y no tengo claro que el que no sea útil sea un inútil. ¿O sí? ¿O según para quién?

 

A la payasa que dijo las declaraciones sobre el salario mínimo en el Círculo de Empresarios solo le deseo una muerte lenta.

 

Solo conozco a un JD. Es un bocazas y no le gusta firmar. De las dos cosas tiene él la culpa.

 

Los que estamos en paro es porque queremos. Lo dijo el otro día un conocido mío en las redes. Sin embargo las subvenciones y las ayudas solo son buenas si las cobra uno mismo. El resto es tirar el dinero.

 

En mi pueblo-ciudad-región-país-estado somos la leche. Los de al lado no, esos no. Y viceversa.

 

La puntualidad es una prioridad. Si no es prioritaria se llama llegar tarde. Y llegar tarde es una falta de educación. La educación y la puntualidad puntua a la baja en el informe PISA. El informe PISA, como la torre, siempre está inclinado. Démemonos prisa y llegaremos antes. El último será el primero.

 

¿Emprendedor? Tú puta madre.

 

En España (¿puedo decir España?) somos de derechas. Es un hecho irrefutable. Como la bajada del Espíritu Santo. ¡Ya no soy católico! ¡Viva la Semana Santa!.

 

Podemospodemos. España se va a Brasil pero ninguno quisimos ver el Salvados dedicado al fútbol. La FIFA da asco. Mi equipo no. ¿Podemos? Podemospodemos.

 

 

Víctor Guiu, el Mestizo

Asamblea de Sollavientos y Romance de Ciego

Asamblea de Sollavientos y Romance de Ciego
Como todos los años para la Privamera se celebra una de las dos reuniones-asambleas de Sollavientos. Esta vez volvemos a Aguilar de Alfambra.
Como novedad se representará un Romance de Ciego en apoyo a la lucha que este pequeño pueblo de "irreductibles turolenses" lleva durante años contra las grandes multinacionales que solo ven territorio para explotar y no sentimientos y gentes que aman a su tierra.

 

Acompañamos la invitación de la Plataforma Aguilar Natural:

Os invitamos a participar en los actos que tendrán lugar en Aguilar del Alfambra el sábado 19 de abril.

A las 17:00 h se iniciará la plega general de la Plataforma Aguilar Natural en los Granericos.

A las 19:00 h se representará en el Trinquete si el tiempo lo permite, o en su defecto en los Granericos, el gran…

Romance de ciego de Aguilar del Alfambra

Compuesto por Victor Guíu e interpretado por nuestros amigos de Sollavientos

Habrá mercadillo, barra y música de gaita a cargo de Albert Marí.

El apóstata

El apóstata

Parto del hecho que cada uno puede hacer lo que considere oportuno en consecuencia con su conciencia y sus creencias. 

Todo es más sencillo de lo que parece y el trato de los que intervienen en el expediente y el proceso es correcto y amable. Por otra parte no puede ser de otra manera.

Si yo no lo hice antes fue sin duda por pura pereza. Iba a explicar aquí cómo pero siempre hay alguien que se explica mejor, así que aquí os pongo el enlace, por si os desperezáis.

 

36 años después,  ya no soy Católico.

 


http://www.filosoficamente.es/apostatar-o-como-borrarse-de-la-iglesia-catolica/

DESPOBLACIÓN CULTURAL (2)

Incidiendo en la Despoblación tratemos la problemática de los profesores. Un ejemplo de que el hecho es, sobre todo, Cultural.

 

Casi ningún interino ni profesor piensa en dar clase en el medio rural. Es un paso para "ganar puntos". Incluso para gente que es rural o híbrida urbano-rural. En general llevan muchos años estudiando en la ciudad o en pueblos grandes y en su hoja de ruta no existe la opción de irse a vivir a Cantavieja o a sitios similares. Otra cosa es irse a Alcañiz, a Teruel, a Alcorisa incluso... Insisto que aquí también es una problemática cultural porque en las últimas décadas la profesionalización de todos los trabajos ha llegado a un límite en el que la "vocación" prácticamente ha desaparecido, al menos en términos generales.

 

Esto es así, por mucho cuento que se nos quiera contar o mucha camiseta de color verde. Y lo mismo pasa con otras profesiones y con los funcionarios. Recuerden el reportaje de médicos de pueblo de hace unas semanas. ¿Cuántos de esos profesionales vivían en el pueblo? ¿Qué implicación diaria con la comunidad tienen? Hagan cuentas.

 

Que exista una tendencia en querer volver al pueblo es otra falacia estadística. Quizás es que nos relacionamos con gente afín al problema que no nos deja ver el bosque. No es verdad que exista una tendencia fuerte. Otra cosa es que todo Cristo cansado y hastiado de la vida quiera ver una visión "rilqueniana" de los pueblos y de su tierna infancia. Algunos quieren irse al monte o al pueblo a descansar y no sé qué historias más. Comprar una casa para meditar, pasar los días, escribir o cascarse pajas. Qué más dá.

 

Esto, además, tendría que ir unido a un sector secundario y primario fuerte que permitiese que aquellos que voluntariamente se quedan o quieran volver puedan desarrollar su proyecto de vida. Luego vienen las ostias y muchas veces el encontronazo cultural. Mucho “jipi” y mucho listo que cree que con su sabiduría urbana va a cambiar las formas de un día a otro y luego resulta que la culpa es del que está, del que se ha quedado, voluntaria o involuntariamente en el pueblo, quizás porque no le ha quedao otro remedio. ¿Cuáles son los pueblos que prosperan o aguantan? Aquellos que tienen un mínimo de industria, empresas pequeñas y autónomos que se van dando vida y que luchan muchas veces con una legislación que no está pensada para ellos.

 

Decía el Padre Varela que no es lo mismo predicar que vender trigo. La mentalidad conservadora del pueblo tiene un fin en sí mismo como autoprotección, un fundamento sociológico claro. 

 

¿Se quieren cambiar los paradigmas? ¿Los queremos cambiar nosotros? ¿Nos los aplicamos??

 

Dudas y polémicas. Muchas de las veces, sin quererlo, nos convertimos en esclavos de nuestra propia fe.

 

Víctor Guiu, el Mestizo

DESPOBLACIÓN CULTURAL (1)

Con ánimo de polemizar me gustaría hacer de nuevo alguna reflexión  sobre la despoblación.

 

A mi entender, y por lo que he podido trabajar investigando el fenómeno, aún a riesgo de repetirme,  el proceso de DESPOBLACIÓN es un HECHO CULTURAL.

 

Desde administraciones y desde puntos de vista clásicos se suele apoyar el fenómeno en discursos economicistas. Grave, grave error.

 

La despoblación del medio rural tiene que ver con la cultura de nuestra sociedad, la que nos enseñan, la que enseñamos, la que mamamos y la que desperdigamos con nuestros propios actos, las más de las veces contradictorios, por no decir hipócritas.

 

Este hecho cultural se llega a convertir, en lugares como Aragón, en un Hecho Estético. Muchas de las grandes canciones y poemas de nuestros literatos y artistas tienen la Despoblación como fundamento, desde Labordeta, pasando por Mas Birras o cualquier poeta o escritor de medio pelo. Incluso (o sobre todo) en las creaciones artísticas en lenguas minorizadas (Aragonés y Catalán de Aragón).

 

Todos esos comentarios de "yo me iría a un pueblo", "yo me quedaría si hubiese trabajo" no dejan de ser medias verdades, y muchas veces impuestas por la situación actual del país.

 

En Aragón debemos de diferenciar (y bien) qué es medio rural y qué no. Porque Andorra, Teruel, Alcañiz, etc... puede ser medio rural, no lo discuto, pero de ahí a que sea el medio rural profundo discrepo.

 

Fijémonos en nosotros mismos como individuos híbridos urbano-rurales (o viceversa). ¿Dónde vivimos? ¿Por qué? ¿Estaríamos dispuestos a aplicarnos la medicina que intentamos exponer en nuestros escritos? No dejamos de tener una visión algo hipócrita de la situación porque vivimos, gran parte, en Zaragoza, Alcañiz, Teruel, Andorra, Alcorisa... ¿Es eso el medio rural despoblado?

 

Los críos y los jóvenes son hijos de su tiempo. Y la gente joven (hagamos memoria), ¿qué es lo que quiere? Porque estudiar es una cosa, pero la juventud quiere conocer gente, emborracharse, follar si se puede, ir al gimnasio, de compras... Porque es nuestra realidad cultural, la impuesta y la que nos hemos dejado imponer.

 

Sólo un cambio paulatino de paradigma nos conduciría a una valoración distinta del medio rural y del problema de la despoblación. Porque incluso la propia concepción de Despoblación como Problema tampoco es general, no nos equivoquemos. Es problema para el que siente la tierra y ama a su pueblo, pero, ¿es problema para la clase política? ¿Es problema para la mayoría social que es urbana? No creo que tanto como nos pensamos. De hecho, puede ser uno de sus menores problemas.

 

Víctor Guíu, el Mestizo